El proyecto comienza con un replanteamiento de la planta tipo, adecuándola a las necesidades particulares del cliente. Esto obligó a la demolición de muros y modificación de instalaciones existentes.

El esquema se organiza por medio de tres lambrines de distintos materiales: espejo al acido, triplay de cerezo y cristal serigrafiado. Cada uno de estos contiene servicios, áreas de guardado o los espacios privados permitiendo que el área habitable se desarrolle en el espacio negativo delimitado por estos.

El concepto gira en torno a crear un ambiente elegante, moderno y cálido que además debiera albergar fácilmente la colección de pintura y escultura del cliente.